Preparación

• Paso 1.

  Lavá bien las frutillas. Lavá los duraznos y pelalos (conservá algunos pedazos de piel grandes). Corta los duraznos en trozos y las frutillas en mitades.

• Paso 2.

  En una olla o sarten gruesa, agregá la fruta y los trozos de piel de durazno, y calentá a fuego medio. Cuando la fruta empiece a ablandar y largar su jugo natural, agregá el azúcar.

• Paso 3.

  Revolvé en forma constante para que no se queme, y cuando ya se este haciendo un puré agregá el jugo de limón.

• Paso 4.

  Dejá que hierva unos 5 a 7 minutos (siempre revolviendo), y bajá el fuego. Con la cuchara de madera rompé los trozos de fruta hasta lograr la consistencia que prefieras. A mí me gusta rústica. Dejá que hierva a fuego bajo al menos por otros 10 minutos. Retirá la piel del durazno.

• Paso 5.

  Poné un poquito de mermelada en un platito, dejá que entibie. Con el dedo separá la mermelada. Si queda un zurco que se mantiene, es momento de apagar el fuego.

• Paso 6.

  Utilizá frascos esterilizados y guarda la mermelada caliente. Tapá el frasco y ponelo boca abajo durante 5 minutos. Luego voltealo nuevamente y dejá que se enfríe antes de llevar a la heladera.