Lavar bien los zapallitos, quitarles el cabito y emprolijar los bordes que veas feos. Por otro lado, si no tenés una vaporera, podés utilizar una cacerola y llenarla hasta 1/3 de su capacidad con agua, ponés arriba un colador de acero inoxidable para que resista la temperatura, lo importante que el colador no toque el agua, acomodás lo zapallitos y los tapas, cocinándolos a fuego moderado.
Para saber en qué momento están hay que pincharlos, si el tenedor se hunde es señal que están blandos, si no dejarlos un rato más. Luego, los sacamos del vapor y dejamos que se entibien un poco para no quemarnos y luego comenzamos a cortar con el cuchillo láminas finas y parejas, una vez finalizado todos los cortes, podemos dejarlos sobre el colador para que terminen de desprender el mayor líquido posible.
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