Cuece el arroz en abundante agua con una pizca de sal aproximadamente 16 minutos, hasta que esté al dente. Retíralo del fuego, escúrrelo muy bien y disponlo en un cuenco.
Calienta 2 cucharadas de aceite en una cazuela. Incorpora el tomate y rehoga 3 o 4 minutos.
Añade la cebolla y el ajo, y la pimienta y el tomillo. Prosigue la cocción unos 10 minutos, removiendo de vez en cuando, hasta que se evapore el agua que suelta el tomate y quede una salsita espesa.
Vierte un fondo de aceite en una sartén y caliéntalo, sin que llegue a humear.
Casca 1 huevo, añádelo a la sartén y fríelo. Retíralo y repite la operación con los huevos restantes.
Distribuye el arroz en los platos; vierte por encima la salsa de tomate caliente; agrega el huevo frito y échale sal si lo prefieres y sírvelo enseguida.
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