Saltear la cebolla en cubos y los ajos. Agregar las hojas verdes y apenas estén blandas, retirar del fuego. Dejar enfriar.
Licuar todos los ingredientes (excepto las nueces), corregir sal y aliños.
Servir con el acompañamiento que prefieras. Te recomiendo combinarlo con quínoa si prefieres mantenerlo sin gluten, o con spaghettis integrales que igualmente queda muy rico! Independiente del que decidas, agrégale las nueces al final por encima para que le den el toque perfecto.
NOTA:
Si no tienes hojas de brócoli, puedes usar más espinacas, kale, u hojas de coliflor.
Puedes usar la “leche” vegetal que prefieras, pero te recomiendo de almendras o avena para este caso.
Es muy importante que uses tofu orgánico, porque es una especie de quesillo que se elabora a partir del poroto de soya. Ya sabemos de sobra que la soya es uno de los alimentos más utilizados para cultivos genéticamente modificados (GMO) y por ende en su proceso de crecimiento se utilizan fertilizantes y herbicidas (como el glifosato o RoundUp como nombre comercial) altamente cancerígenos.
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